Atragantamiento
Adultos
La obstrucción de la vía aérea por cuerpos extraños (OVACE) constituye una emergencia médica que requiere una actuación inmediata ya que si no se resuelve la situación puede conducir a una asfixia que puede producir la muerte o dejar secuelas permanentes por la falta de aporte de oxígeno que genera la obstrucción.
Niños y lactantes
El riesgo de una OVACE grave en lactantes y niños es más frecuente que en el adulto, no solamente por un mayor número de procesos que conducen a ello, sino por las propias características de las estructuras anatómicas.
La obstrucción parcial o completa de la vía aérea superior por cuerpo extraño suele acontecer especialmente en niños de 6 meses a 5 años ocurriendo el 85% de los casos en menores de 3 años. Los productos aspirados incluyen principalmente alimentos, especialmente semillas orgánicas, frutos secos, así como pequeños juguetes.
Se suele presentar como un episodio de atragantamiento caracterizado por tos, dificultad para respirar y coloración morada.
En el lactante el reanimador permanecerá sentado o de rodillas, colocará al lactante boca abajo, con la cabeza en posición declive respecto al pecho, sobre uno de sus brazos, apoyada sobre su regazo, para aplicarle 5 golpes en la espalda con el talón de una mano, entre las escápulas.
Si esto no fuera suficiente para hacer salir el cuerpo extraño, de la vía aérea, se aplicarán 5 compresiones torácicas con dos dedos, similares a las del masaje cardíaco, pero a diferencia de éste serán más vigorosas y lentas. Después de cada maniobra se examinará la boca por si el objeto se hubiera desplazado hasta aquí, en cuyo caso se extraerá con gran cuidado y siempre si lo tenemos perfectamente localizado visualmente.
Tanto si se encuentra el objeto como si no, debemos abrir la vía aérea, para ver, oír y sentir la respiración. Si el lactante volviera a respirar, colocarlo en posición de seguridad y vigilarlo periódicamente.
Si no respira repetir la secuencia anterior hasta que se extraiga el objeto o el lactante quede inconsciente, si es así, comenzar con Reanimación Cardiopulmonar (RCP).
En el niño si es pequeño puede posicionarse sobre el regazo del reanimador para aplicarle los 5 golpes en la espalda; si es mayor se aplican como en el adulto. Si esto no sirve, se actúa como en el lactante sólo que en lugar de dar las 5 compresiones torácicas se ejecutan 5 compresiones abdominales: rodeándolo por detrás (como en el adulto pero arrodillándonos a su altura), y empujando a la altura del estómago, con el puño cerrado de una mano entrelazado con la otra, en dirección hacia arriba y de delante hacia atrás.
La secuencia se repite hasta que el objeto salga y el niño respire normalmente. Si el paciente atragantado está o queda inconsciente, deberemos ponerle sobre el suelo boca arriba y, gritando pidiendo ayuda, comenzaremos con la secuencia de RCP, visualizando el interior de la boca cada vez que vayamos a realizar las insuflaciones de rescate, por si el objeto que provocó la obstrucción esté a nuestro alcance gracias a las compresiones torácicas aplicadas.


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